Pedagogía Tradicional: algunas esencialidades
El pensamiento pedagógico puede
decirse que comenzó su desarrollo desde los propios albores de la humanidad. Él
sí mismo no es más que una consecuencia de su devenir histórico, en correspondencia
con la necesidad del ser humano de transmitir con eficiencia y eficacia a sus
congéneres las experiencias adquiridas y la información obtenida en su
enfrentamiento cotidiano con su medio natural y social.
Así se encuentra el pensamiento
pedagógico, expresándose de manera concreta a través de acciones de una
educación incipiente, ejerciendo su influencia en el proceso de transformación
de la llamada comunidad primitiva en una sociedad dividida en clases; sirve
aquí de instrumento y arma para luchar contra las tradiciones y las ideas
movilizadoras para la acción de las entonces comunidades tribales. Las ideas
pedagógicas abogan en ese momento crucial de la historia del ser humano como
ente social por la separación en lo que respecta a la formación intelectual y
el desarrollo de las habilidades y las capacidades que habrían de lograrse en
aquellos hombres en que sus tareas principales no fueran las del pensar, sino
las requeridas para el esfuerzo físico productivo tales ideas pedagógicas
debían entonces insistir lo suficiente para lograr en la práctica que la
mayoría o la totalidad de "la gran masa laboriosa" aceptara esa
condición de desigualdad. Con estas concepciones es que surgen las denominadas
escuelas para la enseñanza de los conocimientos que se poseían hasta ese
momento para el usufructo exclusivo de las clases sociales selectas
asignándoseles a las emergentes clases explotadas, como única salida de
sobrevivencia, el papel protagónico de la realización del trabajo físico.
Tales concepciones e ideas
pedagógicas, conjuntamente con las cualidades que deben poseer tanto el alumno
como el maestro, aparecen en manuscritos muy antiguos de China, la India y el
Egipto.
El desarrollo de un pensamiento
pedagógico semejante tiene lugar en Grecia y Roma con figuras tan
sobresalientes como Demócrito, Quintiliano, Sócrates, Aristóteles y Platón.
Este último aparece en la Historia como el pensador que llegó a poseer una
verdadera filosofía de la educación, con una caracterización de los campos de
la acción educativa, a qué exigencias debía responder la misma y en qué
condiciones tales acciones resultaban posibles.
No obstante ello, el pensamiento
pedagógico emerge con un contenido y una estructura que le permite alcanzar un
cuerpo teórico verdadero, de una disciplina cognoscitiva con personalidad
propia, en el renacimiento, etapa en la cual ya la humanidad ha alcanzado
determinado grado de desarrollo científico capaz de sustentar y promocionar el
desarrollo social, situación esta que obliga a la nueva clase social,
progresista por entonces, la burguesía a valorar con toda fuerza y en su real
dimensión e importancia lo relativo al progreso científico y técnico con vistas
a su perpetuación en el poder garantizando al mismo tiempo su progreso
económico sostenido. Aquí la Pedagogía adquiere por primera vez un carácter de
disciplina independiente, emerge como la posibilidad tangible de solución a la
necesidad que tiene la sociedad de contar con una base teórica fuerte sobre la
cual sustentar, de manera fundamental, la enseñanza en la misma.
En este último período la figura
más representativa de la ya Pedagogía como ciencia independiente es Juan Amos
Comenius quien, en esencia, estableció los fundamentos de la enseñanza general,
al tiempo que elaboró todo un sistema educativo integral y unitario con una
fundamentación lógica de la estructuración del proceso docente en sí que debía
desarrollarse en la escuela con el objetivo principal de contribuir y lograr un
aprendizaje satisfactorio, capaz de proyectarse en la práctica de manera
resolutiva respecto a la realidad enfrentada con vistas a su transformación en
aras del beneficio propio y de los demás. Amos Comenius fue un gran revelador
de los principios básicos sobre los cuales se sustenta la enseñanza, de aquí se
le considere el padre de la Didáctica y el primero en plantear la importancia
de la necesidad de vincular la teoría con la práctica como procedimiento
facilitador, incluso, del ulterior aprendizaje.
Entre 1548 y 1762 surge y se
desarrolla la Pedagogía Eclesiástica, principalmente la de los Jesuitas,
fundada por Ignacio Loyola y que más tarde, en 1832, sus esencialidades son
retomadas para llegar a convertirse en el antecedente de mayor influencia en la
Pedagogía Tradicional.
Tal Pedagogía Eclesiástica tiene
como centro la disciplina, de manera férrea e indiscutible, que persigue, en
última instancia, afianzar, cada vez más, el poder del Papa, en un intento de
fortalecer la Iglesia ya amenazada por la Reforma Protestante y a la cual le
resultaba necesario el poder disponer de hombres que les respondieran sin
vacilación alguna, en base de una conducta formada en la rigidez y el orden
absoluto. Al margen de algunos de los antecedentes planteados, puede decirse
que la Pedagogía Tradicional comienza a fraguarse en el siglo XVIII, que emerge
en ese momento del desarrollo social de la humanidad, con la aparición de las
llamadas Escuelas Públicas, tanto en Europa como en la América Latina, reflejos
a la postre de los grandes cambios precipitados por las revoluciones republicanas
de los siglos XVIII y XIX, animadas por la doctrina política y social del
liberalismo.
Es en el siglo XIX, que la
Pedagogía Tradicional, como práctica pedagógica ya ampliamente extendida
alcanza su mayor grado de esplendor, convirtiéndose entonces en la primera
institución social del estado nacionalista que le concede a la escuela el valor
insustituible de ser la primera institución social, responsabilizada con la
educación de todas las capas sociales.
Es precisamente a partir de este
momento en que surge la concepción de la escuela como la institución básica,
primaria e insustituible, que educa al hombre para la lucha consciente por
alcanzar los objetivos que persigue el Estado, lo que determina que la
Pedagogía Tradicional adquiera un verdadero e importante carácter de Tendencia
Pedagógica, en cuyo modelo estructural los objetivos se presentan de manera tan
solo descriptiva y declarativa más dirigidos a la tarea que el profesor debe
realizar que a las acciones que el alumno debe ejecutar sin establecimiento o
especificación de las habilidades que se deben desarrollar en los educandos,
otorgándoles a éstos últimos el papel de entes pasivos en el proceso de
enseñanza al cual se le exige la memorización de la información a él
transmitida, llevándolo a reflejar la realidad objetiva como algo estático,
detenida en el tiempo y en el espacio, como si no contara de manera alguna la
experiencia existencial de quienes aprenden como si los contenidos que se
ofrecen estuvieran desvinculados, en parte o en su totalidad de la mencionada
realidad objetiva, constituyendo un conjunto de conocimientos y valores
sociales acumulados por las generaciones precedentes y que se transmiten como
si fueran verdades acabadas, disociados del entorno material y social del
educando.
La Tendencia Pedagógica
Tradicional no profundiza en el conocimiento de los mecanismos mediante los
cuales se desarrolla el proceso de aprendizaje. Ella modela los conocimientos y
habilidades que se habrán de alcanzar, de manera empírica en el estudiante, por
lo que su pensamiento teórico nunca alcanza un adecuado desarrollo. La
información la recibe el alumno en forma de discurso y la carga de trabajo
práctico es mínima sin control del desarrollo de los procesos que subyacen en
la adquisición del conocimiento, cualquiera que sea la naturaleza de éste, lo
que determina que ese componente tan importante de la medición del aprendizaje
que es la evaluación este dirigido a poner en evidencia el resultado alcanzado
mediante ejercicios evaluativos meramente reproductivos, que no enfatizan, o lo
hacen a escala menor, en el análisis y en el razonamiento.
En la relación alumno-profesor
predomina plenamente la autoridad del segundo, con un aspecto cognoscitivo
paternalista: lo que dice el profesor es respetado y cumplido por el alumno,
con principios educativos poco flexibles, impositivos y coercitivos.
La Tendencia Pedagógica
Tradicional tiene, desde el punto de vista curricular un carácter racionalista
académico en el cual se plantea que el objetivo esencial de la capacitación del
hombre es que el mismo adquiera los instrumentos necesarios que le permitan tan
solo intervenir en la tradición cultural de la sociedad; no obstante ello esta
tendencia se mantiene bastante generalizada en la actualidad con la
incorporación de algunos avances e influencias del modelo psicológico del
conductismo que surge y se desarrolla en el siglo XX.
En resumen, la Tendencia
Tradicional resulta insuficiente y deficiente en el plano teórico cognitivo y
de la praxis del ser humano por cuanto ve en éste último a un simple receptor
de información, sin
preocuparse de forma profunda y
esencial de los procesos que intervienen en la asimilación del conocimiento
como reflejo más o menos acabado de la realidad objetiva, sin prestarle la
debida importancia al papel, ciertamente decisivo de los aspectos internos que
mueven la determinación de la conducta social del individuo y las influencias,
favorecedoras o no, que éstas puedan tener sobre el aprendizaje del mismo: la
retención de la información se alcanza en base de una repetición mecánica de
ejercicios sistemáticos y recapitulados, de manera esquemática y
enciclopedista.
5- Escuela Nueva: algunas esencialidades
La Tendencia pedagógica conocida
con el nombre de la Escuela Nueva, puede decirse que surgió con el filósofo y
pedagogo norteamericano John Dewey (1859-1952), quien planteó desde un
principio que el propósito principal de la educación, condicionador de las
distintas tareas o aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje debía estar
dado por los intereses de los propios alumnos, es decir, por las fuerzas
interiores que llevan a estos a la búsqueda de la información educativa y al
desarrollo de las habilidades capacitivas. En esta tendencia pedagógica
alcanzan un mayor auge los intentos por dirigir a los educandos más hacia las
acciones prácticas concretas, que hacia los ejercicios teóricos, situación está
que ya se había iniciado hacia finales del siglo XIX con una mayor propagación
en las primeras décadas de este siglo y en cuya esencia todo se dirigía, a una
crítica profunda de los procedimientos autoritarios e inflexibles condicionados
por la Tendencia Pedagógica Tradicional, en contra del enciclopedismo pasivo
asignado al alumno.
La Escuela Nueva, como Tendencia
Pedagógica que es, enfatiza la importancia que tiene que el educando asuma un
papel activo, consciente de lo que desea aprender, en consecuencia con sus
posibilidades e intereses, lo que trae aparejado un cambio importante de las
funciones que entonces debe realizar el profesor en el desarrollo del proceso
enseñanza-aprendizaje que posibilite alcanzar realmente, de forma medible, los
objetivos propuestos.
La Escuela Nueva persigue, en sus
concepciones teóricas y proyecciones prácticas, garantizar el logro de una
mayor participación con un grado más elevado de compromiso de todo ciudadano
con el sistema económico-social imperante, en base de la consideración, no del
todo correcta, de que la satisfacción de las aspiraciones del ser humano, como
individuo y como ser social, contribuiría de manera sustancial a lograr cierto
tipo de equilibrio en la sociedad, a punto de partida, sobre todo de la
suavización o eliminación de las contradicciones entre las clases y dentro de
las clases mismas.
En las ideas de Dewey aflora con
meridiana claridad que la escuela es una real institución social en la cual se
deben concentrar todos los medios disponibles que contribuyan y posibiliten que
el individuo exprese, con la mayor fuerza y alcance, las potencialidades
biológicas y cognitivas que posee, o lo que es lo mismo, que el individuo
llegue a desarrollar al máximo sus capacidades para luego proyectarlas en la
sociedad de manera tal que contribuya a su desarrollo ulterior y al suyo
propio. "El hombre se forma para vivir dentro de su medio social"
decía este filósofo y pedagogo norteamericano, "como si la escuela fuera
en la práctica una comunidad en miniatura, con un fuerte sentido democrático
favorecedor de la colaboración y ayuda mutua entre los ciudadanos; a ella
resulta necesario llevar el avance industrial de todo tipo alcanzado hasta ese
momento para poner así en contacto al individuo con lo ya logrado y promover en
él la necesidad de alcanzar otros nuevos y superiores".
La divisa de la Escuela Nueva
como tendencia pedagógica es aprenderlo todo, haciéndolo, en un intento de
subordinar a la experiencia práctica concreta los aspectos teóricos contenidos
en los libros.
En resumen, a la Tendencia
Pedagógica desarrollada y que se sustenta esencialmente en las ideas de Dewey
se le puede considerar como una pedagogía que además de tener una esencia
genética resulta, al mismo tiempo, funcional y social. Lo genético está en
correspondencia con el hecho de que la educación no es más que la apariencia
fenoménica de la expresión de determinadas potencialidades biológicas determinantes
a su vez de capacidades cognitivas en el individuo. Es también funcional porque
en definitiva persigue desarrollar las referidas potencialidades biológicas
cognitivas en el camino de la búsqueda y consecución de los procesos mentales
que resulten útiles tanto para la acción presente como para la futura, es
decir, considera a los procesos y actividades de naturaleza psíquica. Como los
instrumentos capaces de proporcionarle al individuo el mantenimiento de su
propia vida. El aspecto social se basa en la concepción de que siendo el ser
humano una parte o elemento necesario de la sociedad es imprescindible educarlo
de manera tal que en su práctica resulte útil para la misma y contribuya a su
desarrollo progresivo.
6- Tecnología Educativa: algunas esencialidades
Otra de las Tendencias
Pedagógicas contemporáneas es la denominada Tecnología Educativa, precisamente,
ha logrado un desarrollo importante y una difusión notable en la actualidad
como consecuencia de las ventajas inmediatas que brinda, debido, sobre todo, al
lenguaje técnico y aseverativo que utiliza.
En las investigaciones teóricas
de las ciencias cuyo objeto de estudio lo constituyen aquellos aspectos
relacionados, de manera más o menos directa con el proceso de la transferencia
de la información y, por ende, con la enseñanza-aprendizaje, la educación y la
capacitación, pone en evidencia lo útil que resulta elaborar y ejecutar en la
práctica las llamadas tecnologías de la instrucción, en correspondencia con el
concepto de tecnología de la producción material de aquí, que cuando se procede
en tal sentido la atención y los procedimientos a ejecutar se dirigen en lo
fundamental, a los métodos y medios utilizados en la imprescindible
transferencia informativa sin la cual lo educativo-capacitivo resultaría, en
definitiva, una falacia o distaría mucho de lo que ciertamente se desea
alcanzar.
La creación de la Tecnología
Educativa se atribuye a Skinner, profesor de la Universidad de Harvard, en el
año 1954.
En el contexto de esta tendencia
pedagógica el aprendizaje deviene o resulta, en su esencia, una consecuencia de
la fijación de secuencias de estímulos o señales portadoras de información
provenientes del entorno donde el sujeto que aprende se encuentra, así como las
respuestas asociadas o conectadas con tales repertorios. Es, simplemente, un
esquema tipo estímulo-respuesta, donde se encuentra, aunque no se mencione de
manera explícita, un elemento de naturaleza material biológica dado por lo
neuronal del Subsistema Nervioso Central del ser humano. La huella dejada sobre
tal sustrato material del citado repertorio de estímulos provenientes del
entorno, inmediatamente después, y por asociación, condiciona una respuesta
específica, característica, propia de los trenes de estimulación referidos.
Si bien la Ciencia Pedagógica
establece y define las particularidades y peculiaridades de los métodos y
medios que se habrán de utilizar en el proceso de enseñanza-aprendizaje con el
propósito de lograr, en el menor tiempo con un mínimo de esfuerzos, una
educación y capacitación adecuados, los mismos pueden resultar, a la postre más
eficientes y eficaces siempre y cuando se utilice para ello el recurso que
proporcionan medios tecnológicos apropiados. En este caso se favorecerá de
manera significativamente importante el aprendizaje, con respuestas producidas
por estímulos neutrales asociados a un estímulo efectivo. Tal presupuesto
permitió también a Skinner
plantear lo que pudiera
denominarse una segunda variante de su tecnología educativa, caracterizada por
un condicionamiento operante o instrumental: la respuesta que se procura
precisa o requiere de la presencia previa o anticipada de un estímulo, donde el
operante no es más que una conexión respecto a la cual el estímulo aparece o se
produce después de la respuesta.
En el contexto de esta tendencia
pedagógica resulta evidente que el aprendizaje se realiza mediante un proceso
de ensayo y error, caracterizado por el hecho de que el sujeto genera conductas
más o menos diferentes hasta que alcanza la más adecuada, la cual sirve para
fijar la conexión entre el estímulo proveniente del medio, y la respuesta en
cuestión.
La Pedagogía como Ciencia de la
Educación se preocupa por el carácter práctico que se materializa en la
metodología y en los medios utilizados con tal propósito. Así mismo, en
correspondencia consecuente con la existencia del llamado pronóstico pedagógico
científico, en el cual tiene su más viva expresión las leyes que rigen el
desarrollo y obtención del conocimiento verdadero de la realidad objetiva, la
tecnología educativa, siempre y cuando se la utilice de manera racional y
lógica puede favorecer, la apropiación del mismo.
En la Tecnología Educativa
contemporánea intervienen de manera decisiva "la televisión, el cine, los
retroproyectores, las computadoras y demás elementos de material y de
programación, aunque realmente el sentido de tal tendencia se puede ampliar aún
más, con el propósito de que en el mismo no solo queden comprendidos tales
medios y materiales, sino que al mismo tiempo sea considerada, con un enfoque
sistémico, los aspectos referentes a la concepción, aplicación y evaluación, en
su conjunto, de todos aquellos factores que intervienen y deciden, en mayor o
menor grado, la eficiencia del proceso educativo, en correspondencia siempre
con objetivos previamente trazados de manera precisa y que se sustentan en
resultados alcanzados en investigaciones relacionadas con los diferentes
factores que intervienen en la instrucción y en el complejo fenómeno de la
comunicación humana, para condicionar y determinar, en su conjunto, los medios
humanos y materiales, una educación realmente eficaz.
En resumen, la Tecnología
Educativa, como tendencia pedagógica, en un marco de contemporaneidad, no es
más que la consecuencia de la búsqueda incesante por encontrarle al proceso de
la enseñanza-aprendizaje una base de sustentación más científica que posibilite
a punto de partida de la utilización de recursos técnico materiales idóneos el
aprendizaje, en relación con el cual siempre se encuentra, de manera subyacente
ese elemento de naturaleza biológica, caracterizado por el Subsistema Nervioso
Central del ser humano, con el cual los referidos recursos pueden interactuar y
dejar una huella, favorecedora o caracterizadora del conocimiento nuevo
adquirido de la forma más eficiente posible.
7- Sistema de Instrucción Personalizada: algunas esencialidades
El Sistema de Instrucción
Personalizada, como tendencia pedagógica contemporánea, tuvo a sus gestores en
los profesores Keller y Sherman, de la Universidad Georgetown, de "Washington,
Estados Unidos de Norteamérica, hacia finales de 1968.
Esta tendencia emerge como un
intento de dar una solución concreta a los problemas propios de la dirección y
la retención, en los Centros de Enseñanza de los educandos, o lo que es lo
mismo, su implementación y desarrollo práctico tiene como objetivo incrementar
la eficiencia del proceso enseñanza-aprendizaje en base de la flexibilización
de los contenidos curriculares siempre que ello fuere necesario, incluso
contemplando la posibilidad de arreglos, en el momento preciso, para tornar la
instrucción personalizada.
Así mismo, esta tendencia
pedagógica se la puede considerar como una verdadera respuesta reactiva a la
enseñanza tradicional, que no se ocupó de preocuparse por la forma en que la misma
debía realizarse, para lo cual, sin lugar a dudas, hay que recurrir a las
denominadas ciencias de la conducta haciendo al mismo tiempo uso correcto de
aquellas tecnologías imprescindibles para ello.
En esta tendencia se considera a
lo psicológico como un factor de particularísima importancia en la
planificación y organización del proceso docente-educativo que toma en
consideración los aspectos conductuales de la enseñanza, los procedimientos que
resultan útiles para todo lo relacionado con la investigación referente a la
misma, encontrándose sus más profundas raíces en la llamada teoría del
reforzamiento, respecto a la cual se pone en evidencia la búsqueda de los
métodos y procedimientos idóneos para individualizar, tanto como se pueda, el
proceso de la transmisión de información, de que la huella dejada por esta
última sea la mayor posible.
Como ya fue planteado, esta
tendencia pedagógica recurre sustancialmente a lo psicológico para sustentar y
explicar, en lo fundamental, todo lo relacionado con la enseñanza, el
aprendizaje, la educación y la capacitación, de aquí sus similitudes o
semejanzas con el ya descrito condicionamiento operante y la tecnología
educativa.
La instrucción personalizada
concibe al comportamiento determinado mediante un proceso de reforzamiento, en
el cual lo que debe ser aprendido se distribuye en el tiempo en pequeñas
unidades para su estudio, debidamente relacionadas y concatenadas entre sí para
asegurar el éxito final de educando, siempre de lo más simple a lo más
complejo, a través de pasos lógicos, atendiendo a las particularidades y
peculiaridades de cada individuo en correspondencia con su potencial biológico
cognitivo, con controles periódicos y un sistema de retroalimentación
facilitadora frecuente, todo lo cual se estructura con un único fin: que se
cumplan los objetivos trazados.
En resumen, con el Sistema de
Instrucción Personalizada se introducen importantes cambios en lo concerniente
a los papeles desempeñados por el profesor y el educando en el complejo proceso
docente-educativo asignándole al segundo un papel activo mucho más allá de que
resulte, en la práctica, un simple oyente o anotador pasivo de la información
que hasta él se hace llegar mediante los métodos y procedimientos más idóneos,
con el propósito de convertirlo en un sujeto individualizado, capaz de
posibilitarse con su praxis el propio desarrollo futuro, con una atención
particular a las responsabilidades que contrae por el hecho de estudiar algo
concreto, propiciando, al mismo tiempo, el desarrollo evolutivo de su
autocontrol. La tendencia al alto grado de individualización que se persigue
alcanzar, no debe olvidarse que representa una insuficiencia de esta tendencia
pedagógica, por su carácter absolutista en tal sentido, que conlleva, en su
esencia, el desconocimiento de los principios rectores de la dialéctica,
imprescindible y necesaria, entre el individuo y el grupo del cual forma parte
y con el cual se mueve, en el tiempo y en el espacio de manera existencial.
8- Pedagogía Autogestionaria: algunas esencialidades
Para enseñar hay que hacerlo con
el arte que se sustenta sobre bases científicas, atendiendo a las leyes propias
de una pedagogía que, como ciencia que es, establece y aclara las concordancias
que habrán de existir entre lo que se pretende enseñar y lo que se necesita y
desea realmente aprender, de aquí que en la heterogénea corriente del
pensamiento pedagógico autogestionario se busque, con afán, la creación de una
escuela completamente diferente a la tradicional, novedosa y audaz, apoyada en
la autogestión, promotora del desarrollo de la responsabilidad de los educandos
en relación con el aprendizaje de los mismos, que procura al mismo tiempo la
formación de aquellos valores sociales que se precisan para la integración de
un alto grado de colectivismo y una participación social de todos y para todos,
de manera consciente y consecuente.
La Pedagogía Autogestionaria
constituye, de manera sustancial, todo un proyecto de cambio social, donde
tienen cabida las iniciativas individuales y colectivas, en un movimiento
económico, político, ideológico y social hacia el desarrollo más pleno de las
múltiples facetas del individuo como ente en el seno de una sociedad en
desarrollo sostenido.
La Pedagogía Autogestionaria le
confiere al profesor un papel menos directivo, como de renuncia a la posesión
exclusiva del poder para ser éste compartido con el grupo. El mismo se sitúa a
disposición de los alumnos, a los cuales ofrece no sólo sus conocimientos sino
también su ayuda para que logren sus objetivos. Se comporta, en definitiva,
como un animador que plantea preguntas, crea situaciones problémicas, al tiempo
que estimula y muestra situaciones probables y alternativas posibles, todo lo
cual enriquece sus relaciones con el grupo permitiéndole lograr de él resultados
cuantitativa y cualitativamente superiores, siempre en base de un principio de
demanda de honda significación psicológica por tanto representa un cambio
radical en cuanto a la relación de poder maestro-alumno se refiere.
En resumen, la Pedagogía
Autogestionaria como tendencia pedagógica tiene como objetivo supremo la
transformación del proceso educativo capacitivo a punto de partida de una
integración participativa directa de todos los interesados, profesores, alumnos
e incluso los padres, en la planificación, organización y desarrollo de todas
las esferas de la vida práctica y espiritual-psicológica del educando, con
estimulación de la autonomía y la creatividad, el análisis crítico y
contrapuesto de los posibles distintos puntos de vista acerca de una misma
situación, con lo que se rompe, de manera definitiva y productiva respecto al
proceso de enseñanza-aprendizaje las aptitudes pasivas y rutinarias de
estudiantes y profesores.
9- Enfoque personalista en la Psicología y su Influencia en la
Pedagogía no Directiva
El motor impulsor de la acción
del individuo, su fuerza motriz fundamental, es la motivación de éste que
desencadena su interés por adentrarse en los caminos del saber teórico y
práctico que tiene como propósito el enfrentar de manera resolutiva y exitosa,
las nuevas situaciones problemáticas que puedan surgir en su entorno natural y
social, para lo cual, precisamente, el hombre se educa y capacita en un proceso
de intensa e incesante transmisión, acopio o almacenamiento, retención,
consolidación y enriquecimiento progresivo de información. Así mismo, el
incesante flujo informacional alcanza su objetivo educativo- capacitivo sólo
cuando el mismo se ajusta a las potencialidades biológicas genotípicas de
desarrollo y a las perspectivas que respecto al mensaje transmitido tiene el
propio educando, constituyendo el logro de un equilibrio apropiado entre ambos
aspectos, el propósito principal de cualquier sistema educativo.
La tendencia
Pedagógica-Psicológica-Personalista surge con el norteamericano Rogers en la
década de los años cuarenta. Este profesor y psicoterapeuta plantea que lo
principal para el aprendizaje, la educación y la capacitación del individuo es
la existencia en el de un determinado grado de disposición, de una necesidad de
desarrollo personal que lo faculta para ello. Considera que "todo
organismo está animado por una tendencia inherente a desarrollar todas sus
potencialidades de modo que favorezcan su conservación y enriquecimiento".
Es como si la persona elaborará una imagen de sí misma con una determinada
forma de organización y reorganización dinámicas, en armonía, mientras ello que
sea posible, con la experiencia posee y la realidad que enfrenta, es decir, se
estructura una imagen del "yo" en la que concuerdan los elementos de
vivencias precedentes, a disposición de la conciencia, mientras que aquellos
que no se corresponden con ellos son interceptados. La idea del "yo"
surge así como un mecanismo regulador del comportamiento, siempre y cuando la
noción de éste (del "yo") sea realista, fundamentada en la
experiencia práctica y libre del sujeto.
En resumen, el enfoque
personalista como tendencia pedagógica contemporánea, promueve y posibilita,
siempre y cuando sea utilizado con la mesura y dosificación adecuadas, un
incremento del grado de rendimiento del proceso enseñanza-aprendizaje, con
mejoramiento subsiguiente de la educación y capacitación del individuo al
implicarlo más en todo lo personal relacionado con los mismos, en base del
supuesto de que todo ser humano, en condiciones de normalidad biológica es
capaz de llegar a comprenderse, de solucionar su problemática existencial del
modo que le permita lograr el grado de satisfacción y la eficacia necesarios
para sostener su funcionamiento auto regenerativo en relación con los cambios
de todo tipo que puedan producirse en su entorno y que él necesariamente está
obligado a enfrentar.
El Enfoque
Personalista-Psicológico ha influido poderosamente en la llamada Orientación no
Directiva en la Pedagogía. Esta orientación considera que el profesor no debe
desempeñarse como reformador, como ente que cambia, diagnóstica y valora
unilateralmente la conducta, el comportamiento, las necesidades y los objetivos
del educando, sino que debe conducirse, en todo momento, como promotor y
facilitador de todas aquellas condiciones que puedan a su vez influir en la
expresión de las potencialidades y capacidades de autodeterminación de los
educandos, tanto en lo individual como en el contexto social.
La Orientación no Directiva
promueve el rompimiento definitivo con una actitud de desconfianza en las
posibilidades con que cuenta el ser humano para su desarrollo, liberándolo de
las restricciones que respecto a ello puedan imponerle determinados programas
de enseñanza-aprendizaje que, de manera inflexible, puedan asignarle desde
afuera y que lo único que sirven, a decir de Rogers, es para ser dependiente al
sujeto alumno y pedirle el movimiento evolutivo de su autocontrol, creándole
barreras e inhibiciones de múltiples tipos, que atentan todas ellas, contra el
aprendizaje eficiente y la adquisición de conocimientos adecuados, en lo
cuantitativo y lo cualitativo.
Pudiera resumirse diciendo que si
bien el enfoque o estilo no directivo puede resultar un modelo idóneo, hasta
cierto punto, en lo referente a la facilitación del aprendizaje y la educación
capacitiva, no debe olvidarse, igualmente, que nunca van a existir grupos de
sujetos educandos apoderándose de un conocimiento determinado por si solos y
que tampoco habrán sujetos profesores o docentes enseñando a objetos-sujetos
que no sean los primeros, aunque ello no significa que éstos últimos hayan de
oponerse a sus intereses, deseos o necesidades.
Un rasgo distintivo de la
práctica pedagógica científica contemporánea es el número elevado de corrientes
y de teorías que, apoyándose en diferentes puntos de vistas económicos,
filosóficos, sociales y psicológicos, intentan explicar el largo y complejo
proceso de la educación del hombre, sobre todo en lo referente al desarrollo y
consolidación de su personalidad, la que luego a su vez interviene, de manera
controladora y reguladora cognitiva, a la expresión de una praxis que se
integra, en correspondencia con sus intereses, más o menos mejor en el contexto
social del cual no le es dado sustraerse y al cual contribuye, necesariamente,
en su movimiento.
10- La Pedagogía Liberadora: algunas esencialidades
La Pedagogía Liberadora como
tendencia pedagógica contemporánea se desarrolla a partir de los años 60 y
puede decirse que es la pedagogía del brasileño P. Freyre en la cual son abordados
de manera integradora, en un contexto político-ideológico, los elementos o
factores que intervienen en el establecimiento de un contacto directo entre el
educando y el medio ambiente, al tiempo que llama la atención acerca de la
carga política imperante y el carácter, generalmente conflictivo de la relación
pedagógica tradicional que como ya fue analizado, siempre reproduce a nivel de
la escuela como institución las relaciones de dominación existentes en el seno
de la sociedad.
En esta tendencia pedagógica se
hace una convocatoria a la búsqueda, mediante la reflexión, del cambio en las
relaciones que deben establecerse, de forma lógica, entre el individuo, la
naturaleza y la sociedad; ella propugna, como objetivo esencial de la
educación, lograr la más plena liberación de la persona, sin uniformarla y,
mucho menos someterla, a través de los sistemas de instrucción oficiales.
Concibe la concientización, no en el sentido de lo cotidiano o político, sino
en el de la transformación de las estructuras o engramas mentales para que la
conciencia se torne dinámica, ágil en un redimensionamiento dialéctico que haga
posible su influencia en acciones transformadoras de las condiciones sociales
existentes y del propio individuo, hacia su mejoramiento y perfeccionamiento
sostenidos.
En resumen, en la esencia de la
Pedagogía Liberadora está presente la expresión del desarrollo individual
creador donde el educador interviene, de alguna manera, en su guía y conducción
facilitadora de su máxima expresión aunque muestra una sensible e importante
insuficiencia: si bien concibe las transformaciones evolutivas del individuo y
del grupo no plantea, con una concepción sistémica, las vías para lograr,
cuando esto sea necesario, la transformación social requerida para ello.
11- La Perspectiva Cognoscitiva: algunas esencialidades
La Perspectiva o Enfoque
Cognoscitivo como tendencia pedagógica moderna se fundamenta en el análisis de
los aspectos psicológicos existentes, de manera obligada, en los procesos que
conducen al conocimiento de la realidad objetiva, natural y propia, del hombre.
Sustentada en la teoría del conocimiento desde el punto de vista filosófico,
considera al mismo como el resultado y la consecuencia de la búsqueda,
consciente y consecuente, que unida a la acción real del sujeto sobre su
entorno le permiten su reflejo en lo interno.
Esta tendencia pedagógica
contemporánea se plantea la concepción y desarrollo de modelos de aprendizaje
como formas de expresión de una relación concreta entre el sujeto cognitivo,
activo y el objeto cuyas esencialidades habrán de ser aprendidas y niega que
todo conocimiento humano consista o sea una mera construcción personal por
parte del sujeto, a punto de partida de la imprescindible información
sensorial.
En el desarrollo de la perspectiva
cognoscitiva hay que distinguir dos importantes momentos en lo que a su
desarrollo cronológico se refiere: aquel relacionado con el surgimiento de los
modelos cognoscitivos precomputacionales y el otro en correspondencia con la
llamada psicología cognoscitiva contemporánea, identificándose como criterio de
separación entre ambos a la aparición de las ciencias de la computación, sobre
todo de la cibernética y la inteligencia artificial, que permitieron, desde los
primeros momentos, introducir cambios, con un impacto significativo, en la
reformulación de los modelos de aprendizaje ya existentes, todo lo cual
mantiene una plena vigencia en la actualidad.
En la tendencia pedagógica
cognoscitiva se presenta al ser humano como un sistema dotado de medios que le
permiten captar información acerca de los cambios producidos en su entorno,
dispositivos funcionales capaces de actuar sobre la información de entrada,
procesarla y transformarla con estados intermedios y sucesivos donde se
representan y expresan los resultados de tales procesamientos, conjuntamente
con mecanismos de salida a través del individuo interactúa con su ambiente,
actuando sobre él y retroalimentándose para los ajustes adaptativos necesarios.
En el contexto de la perspectiva
cognoscitiva el aprendizaje es la resultante de un conjunto de modificaciones
sucesivas de estructuras cognitivas que, en interacción con otras del
Subsistema Nervioso Central, determina la conducta del hombre. Se hace
referencia, así mismo, a la importancia que tiene el desplazamiento del estudio
de los llamados estados cognitivos como reflejos de momentos estables del
conocimiento al estudio de los procesos que le dan lugar y que son la causa, en
definitiva, de su futura modificación.
En resumen, la Perspectiva
Cognoscitiva considera el proceso del conocimiento como una consecuencia de la
participación activa del hombre, el cual es capaz de procesar y modificar la
información captada en sus órganos sensoriales, posibilitándole su anticipación
a la realidad objetiva con el propósito de transformarla y no sólo de adaptarse
a ella. Aunque precisa de un abordaje más amplio en cuanto a la naturaleza y
esencia del aprendizaje, más allá de las estructuras de conocimiento descrito
que, en un sentido de generalización metodológica, necesitan ser complementadas
con el aprendizaje de secuencias de eventos, que precisan de imágenes
episódicas con relaciones temporales ordenadas. No obstante ello, esta
tendencia representa un sólido paso de avance hacia el conocimiento de los
procesos sobre los cuales se sustentan el aprendizaje, la educación y la
capacitación.
12- La Pedagogía Operatoria: algunas esencialidades
La esencia de esta tendencia
pedagógica contemporánea está en el hecho de subrayar el carácter activo que
tiene el sujeto en la obtención apropiadora del conocimiento de la realidad; en
enfatizar que los procedimientos utilizados en la enseñanza deben estar
dirigidos a propiciar las condiciones para que el individuo construya por sí
mismo su reflejo del mundo, evitando ofrecérselo como algo terminado.
Esta tendencia pedagógica concibe
el conocimiento como una construcción que realiza el individuo mediante su
actividad de enfrentamiento con el medio, resultando el mismo más o menos
comprensible para el sujeto en función de los instrumentos intelectuales que ya
este posea con anterioridad, o lo que es lo mismo de las estructuras
operatorias preestablecidas de su pensamiento, de aquí que sea el propio hombre
el que infiera el reflejo lógico de la realidad de los objetos y fenómenos, siempre
en constante movimiento evolutivo, nunca acabado o terminado.
La concepción pedagógica
operatoria le asigna un papel esencial al error que el individuo puede cometer
en su interpretación de la realidad, no como una falta sino como pasos
necesarios y obligatorios en el proceso constructivo del conocimiento de la
misma, de aquí que tales errores formen parte de la interpretación del mundo
por el individuo, lo que le permite organizarla de acuerdo con los instrumentos
intelectuales que posee en consonancia con sus conocimientos anteriores.
En resumen, según esta tendencia
pedagógica el individuo descubre los conocimientos, lo cual es favorecido por
la enseñanza lo cual es favorecido por la enseñanza organizada de manera tal
que favorezca el desarrollo intelectual, afectivo-emocional y social del
educando. Su limitación fundamental es que no le presta la suficiente atención,
y por lo tanto le resta importancia, al carácter desarrollador y no sólo
facilitador del proceso de enseñanza en el movimiento evolutivo de los procesos
intelectuales.
13- El Modelo de Investigación para la acción: algunas esencialidades
Esta tendencia pedagógica aparece
y se desarrolla en consecuencia con el hecho de que todo cambio social, y
dentro de este contexto científico, propicia, al punto de determinarla, la
aparición y desarrollo de la llamada investigación participativa y
conjuntamente con ella su variante más significativa tratándose del estudio y
transformación de la realidad educacional existente hasta ese momento, y que no
es otra que la de investigación de la acción.
La investigación de la acción
constituye, en su esencia, un proceso en el cual se encuentran, necesariamente
involucrados, tanto el investigador como el investigado, los cuales hacen suyos
los mismos objetivos ya en un plano de interacción sujeto-objeto, llegándose
así a conocer, de la manera más amplia y profunda y, al mismo tiempo, de la
problemática que enfrentan existencialmente, del potencial que poseen para la
apropiación de su conocimiento, es decir, sujeto-objeto participan en su propia
transformación como seres humanos y propician, simultáneamente, la
transformación de su realidad concreta, en marcha hacia metas mayores y más
deseables de desarrollo.
Esta tendencia pedagógica
transcurre, en su desarrollo, por cuatro etapas: la problematizadora, de
concientización, de dinamización y la de socialización, adecuadamente
articuladas en correspondencia con la naturaleza del fenómeno estudiado y,
necesariamente, con los presupuestos teóricos y metodológicos asumidos con el
propósito de la apropiación del conocimiento que hará posible el proceso de
transformación de la realidad.
En Resumen la
investigación-acción como tendencia pedagógica contemporánea, en su praxis, no
deja de ser un método de gran valor en el abordaje de los problemas que
necesariamente surgen a punto de partida de la relación entre la escuela con la
familia y, en sentido más general, con la comunidad; sin embargo, la
singularidad de los resultados obtenidos mediante su aplicación, las dificultades
que con gran frecuencia se confrontan en la generalización de los mismos y en
la verificación de éstos, hechos todos, que conspiran con la construcción de
una teoría realmente científica, ha determinado que esta tendencia pedagógica
haya disminuido su credibilidad y empleo en la actualidad.
14- La Teoría Crítica de la enseñanza: algunas esencialidades
En esta tendencia pedagógica,
como su nombre lo indica, se someten a crítica todas aquellas consideraciones
que están relacionadas con el proceso de enseñanza, tomando como válidas
aquellas que favorecen el proceso de aprendizaje y educación, de habilidades y
capacidades rechazándose las que interfieren, de una u otra forma, con el
desarrollo de los mismos. Es, en su esencia, una integración de todos los
factores que influyen positivamente en la evolución de la actividad
cognoscitiva del ser humano, en su práctica de búsqueda hacia el encuentro de
los criterios de verdad y de aplicabilidad en el complejo proceso de
transformación de la realidad en correspondencia con las prioridades
determinadas por los intereses y motivaciones del sujeto cognoscente y del
medio social en que se desenvuelve.
En Resumen en la teoría crítica
de la enseñanza queda debidamente aclarado que conocer no es adivinar, que el
conocimiento no es un producto autoengendrado al cual se accede de manera
improvisada, sino recorriendo los caminos de la disciplina intelectual donde el
sujeto cognoscente se apropia de un reflejo lógico de la realidad objetiva
mediante una serie de procedimientos o actividades armónicamente concatenados
que, en su integración unitaria, le posibilitan el mismo.
Hace oposición positiva tanto al
autoritarismo arrogante como al espontaneísmo irresponsable. No obstante lo
expresado, no resulta en la práctica una concepción del todo acabada por cuanto
conlleva implícitamente la posibilidad de error en cuanto a la determinación de
que es lo más apropiado en la facilitación del aprendizaje y que no lo es
tanto.
15- El Enfoque Histórico-Cultural: algunas esencialidades
El enfoque histórico-cultural,
como tendencia pedagógica contemporánea, resulta un enfoque epistemológico que
posee amplias perspectivas de aplicación en todos aquellos tipos de sociedad
En las cuales se promueva, de
forma consecuente, el desarrollo de todos sus miembros mediante una inserción
social consciente de éstos como sujetos de la historia, centrándose, de manera
fundamental, en el desarrollo integral de la personalidad, sustento de la más
eficiente y eficaz teoría de la enseñanza que se desarrolla en un espacio y en
un tiempo concretos en el cual los hombres que han desarrollado una formación
histórica y cultural determinada en la propia actividad de producción y
transformación de la realidad objetiva interactúan de manera armónica, en una
unidad de intereses, con el propósito de transformarla en aras de su propio
beneficio y del bienestar de la colectividad. Así se puede decir, que en el
enfoque histórico-cultural de la psicología, sobre la cual se apoyan la
enseñanza, el aprendizaje, la educación y capacitación de los seres humanos, el
eje que como espiral dialéctica organiza y genera todos los demás conceptos es
el historicismo.
La figura más representativa de
esta tendencia pedagógica fue y lo continúa siendo el soviético LS Vygotski
para quien ninguno de los tipos de actividad y, mucho menos, las formas de
relación entre los hombres están predeterminadas morfológicamente. Esta
concepción representa, en la práctica, una gran ventaja ya que gracias a ella
los diferentes nodos o tipos de actividad vital pueden funcionar, en
definitiva, como órganos funcionales de la actividad humana, o lo que es lo
mismo, plantea la posibilidad de realización de cualquier tipo de actividad en
el curso de la vida, con lo cual se manifiesta la extraordinaria capacidad y,
de recuperación mediante la compensación.
A punto de partida del enfoque
histórico-cultural de la pedagogía, se le otorga un carácter rector a la
enseñanza en relación con el desarrollo psíquico del individuo y la considera
precisamente como fuente e hijo conductor de tal desarrollo psicológico y éste,
a su vez, de la adquisición de los conocimientos necesarios e imprescindibles
para un patrón educativo en correspondencia con los intereses de la sociedad y
del propio individuo como personalidad en su movimiento evolutivo y
desarrollador en el seno de la misma en condiciones históricas concretas.
En Resumen, la esencia de la
tendencia pedagógica del enfoque histórico-cultural centrada en Vygotsky es una
concepción dirigida en lo fundamental a la enseñanza, facilitadora de un
aprendizaje desarrollador, en dinámica interacción entre el sujeto cognoscente
y su entorno social, de manera tal que se establece y desarrolla una acción
sinérgica entre ambos, promotora del cambio cuanti-cualitativo del sujeto que
aprende a punto de partida de la situación histórico cultural concreta del
ambiente social donde él se desenvuelve. No obstante ello, es un hecho casi
consensual para los especializados en esta temática que se trata de una teoría
inacabada que precisa de un mayor grado de profundización para la
identificación e integración adecuada de posibles factores necesarios en la
determinación de que la misma surja y se establezca como un cuerpo integral de
ideas.