- Las personas tienen que llegar al fondo de su problema por sí mismos y ver la capacidad de darle cara, no hay unas personas que lo saben todo y otras nada..
- El ser humano si niega la realidad en la que vive es humillado, pero es humillado por aceptar la ideología del que lo humilla. El mundo lo niega y se produce la autonegación.
- Cada persona tiene “el saber de la experiencia vivida” (educación) y cada persona concibe la educación de forma diferente dependiendo de su contexto (experiencia vivida).
- La educación neutra no es posible. En la enseñanza, se puede y se debe transmitir los propios pensamientos ideológicos, respetando los del educando, ya que, enseñar no es transmitir los conocimientos concretos de un objeto, enseñar es un acto creador y crítico respetando el antagónico.
- El opresor no libera ni se libera a sí mismo. El oprimido en cambio, si lucha libera al opresor por el hecho de impedirle continuar oprimiendo.
- Respetar y conocer el contexto en el que vive el educando es imprescindible para el educador y la educadora. De esta manera mediante la comunicación llegará más a los educandos.
- La educación no sólo debe ser transmitida por especialistas, en ella influyen cocineros, familia, porteros, cuidadores, etc. El contenido de la educación puede variar dependiendo de quien elige los contenidos.
- Tanto el educador como el educando al enseñar aprenden y al aprender enseñan.
- El educador debe de señalar las diferentes visiones que hay en el mundo y no proponer sólo su propia visión.
- Es importante que el educador y la educadora no sean autoritarios, que no crean que en la relación educador – educando el único que educa es el educador.
- Si el educador es autoritario, anula y aplastan el pensamiento de los educandos. Este tiende a generar en los educandos pensamientos tímidos, inauténticos o a veces rebeldes.
- Una posición muy válida del educador es aquella en la que el educador hace una pequeña introducción y después deja participar a los educandos.
- El “cansancio existencial” es la pérdida de toda esperanza. El sueño y la utopía son indispensables para el educador, que a través del análisis político hace descubrir y transmite las posibilidades para la esperanza, la expectativa de cambio. Dado que sin ella no se lucha para cambiar las cosas.
- Para educar a los educandos es imprescindible saber sus intereses, y desde ahí educarlos.
- Todas las personas, independientemente del “mundo” que sean, y de lo que sean, (albañiles, filósofos, etc.) necesitan un conocimiento propio como seres históricos, político, sociales y culturales. Este conocimiento es mejor que sea desde lo local (concreto) hacia los mundial (no concreto).
- Los educadores deben hacer toda una serie de reflexiones en torno a como educar, que educar, etc.
- Cuando la persona se sumerge en sí misma perdiendo toda esperanza, sus ganas de luchar se ven mermadas o desaparecen.
- Es importante que los educadores potencien la libertad, creatividad, capacidad de elegir, etc. de los educandos.
- Es preciso que las minorías, aún siendo diferentes entre ellas, se unan para luchar por unos derechos, para poder vencer a una mayoría.
- A las minorías no hay que tratarlas de un modo protector y paternalista, se puede hablar, tratar, discutir, etc. como con cualquier persona.
- La multiculturalidad consiste en que cada individuo tiene derecho a ser diferente, sin miedo a ser diferente, a poder moverse y posibilidad de que las diferentes personas crezcan juntas. Esto en la sociedad se ha dado a duras penas, por ejemplo el tema del bilingüismo no es un tema espontaneo sino un fenómeno creado políticamente.
jueves, 21 de septiembre de 2017
Algunas ideas del libro: Pedagogía de la Esperanza-Paulo Freire
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